Ushuaia es un lugar fascinante y desolador al mismo tiempo. Es la ciudad del fin del mundo, la más meridional del planeta y la más cercana a la Antártida. Para llegar allí, hay que coger un autobús que, durante 12 horas, entra y sale de Argentina dos veces (con cuatro pasos fronterizos y sus trámites) y atraviesa en un transbordador el Estrecho de Magallanes. ¡Toda una aventura!
Aislada y solitaria, Ushuaia crece con sus calles casi verticales entre montañas nevadas y multitud de lagunas. Las casas de colores o madera con tejados casi puntiagudos me recuerdan a algunas fotos que he visto de los países nórdicos. La gente nos cuenta que los inviernos aquí son duros y que, durante algunos meses, hay pocas horas de luz. Hay poco que hacer en la ciudad: la aventura está fuera, en el monte y el Parque Nacional de Tierra de Fuego, donde puedes hacer multitud de senderos y practicar deportes de invierno como ir en trineo tirado por perros.
En este lugar recóndito, me esperaba Amy Sosa (Amani Bellydance), profesora de danzas árabes y apasionada de la danza india. Amy es de Tucumán, al norte de Argentina, pero hace ya más de 10 años que vive en Ushuaia. Durante la semana, trabaja como profesora en una escuela y los sábados da clases de danza a niñas y adultas en un gimnasio que alquila. Amy se queja de la falta de profesoras de danza india que hay en Ushuaia. Aquí no hay nadie que baile esta danza. Hace un tiempo, se había interesado por bollywood y había sentido que esa era la danza que quería hacer. Fue a Buenos Aires a formarse durante un tiempo, hasta que se dio cuenta de que no podía mantener ese ritmo (Buenos Aires está a 3068 km de Ushuaia!). Así que decidió seguir con lo suyo, que es la danza árabe.
Amy me enseñó algunos pasos de bellydance y de folklore argentino. ¡Estuvimos ensayando hasta casi medianoche! Al día siguiente, que era sábado, me llevó con su pareja a caminar hasta la Laguna Esmeralda. Fue un paseo precioso entre montañas e incluso había un glaciar muy cerca! Lo único mlo fe la tura, una especie de musgo que absorbe el agua de la lluva y se hunde a tus pies. Aida y yo acabamos con barro hasta las rodillas y no podíamos parar de reír!
Mi taller de bollywood era el domingo y duraba 3 horas y media. Vimos una coreografía con pasos básicos a modo de introducción y otra más complicada. Vinieron algunas alumnas de Amy y otras chicas interesadas por la cultura y la danza india. Tuve hasta una peque que siguió sin problemas la coreografía y no paró de participar en clase. ¡Estaba entusiasmada! Le dije que la iba a fichar como asistente en clase 🙂
El taller fue muy divertido. Al terminar, una de las chicas se me acercó y dijo: «no sabes lo que es para nosotras poder aprender estas danzas aquí». Por fin, ¡bollywood ha llegado al fin del mundo!
Un trabajo estupendo Vane.
Dori, vosotras si que hacéis un trabajo estupendo! Te echo de menos! 🙂
Bollywood hasta el fin del mundo! Que bonito! Cuántos lugares y cuanta gente estás conociendo! Muchas gracias por compartir todo tu trabajo y experiencia 🙂
Oli!! gracias por seguirme siempre!
Vane ¿Has ganao algún kilillo? Se te ve mejor que nunca…¡Hasta en la antártida!!
jajajaj qué fuerte eh? Yo cerca de la Antártida, con lo friolera que soy 🙂 y sí, supongo, mi menú es: pasta, pasta, dulce de leche y más pasta! 🙂 te echo de menos Alfonso!
donde llega bollywood no llega nadie
siii bollywood everywhere! 🙂