El taller de Cochabamba era el primero que me habían confirmado en Bolivia. Fernando Mirko, director de la escuela de salsa Abakúa, me invitó sin pensárselo a dar una clase en su espacio y, además, contactó con amigos de otras ciudades para organizarme toda una gira a través del país. Fernando es un apasionado de la salsa y se le iluminan los ojos cuando me habla de sus clases. No es de extrañar que, en el taller que organizó en su escuela, la mitad de los alumnos nunca habían bailado bollywood, ni danza clásica india, ni danza árabe, ni ballet, sino ¡salsa! ¿Es posible pasar de la salsa… a Bollywood?
La otra mitad de la clase estaba formada por personas que ya bailaban “danza hindú” desde hacía años y le echaron mucha energía, entusiasmo y buen rollo a la coreografía. Eso contagió a la mayoría del grupo y al final el taller fue de lo más divertido. Hicimos una coreografía en la que se enfrentaban chicos contra chicas y quedó genial, desde aquí felicito a los chic@s porque era la primera vez que veía la coreografía en pareja y quedó muy bonita! La mayoría de gente de salsa salió muy contenta.
Después de clase, pude charlar un rato con Eugenia y Maín. Eugenia me habló con mucha ilusión de la primera película hindi que vio, Kabhie Kukshi kabhie Gham, donde se enamoró de Shah Rukh. Ambos empezaron bailando danza india en una escuela, pero salieron para poder crear su propio grupo. Este año, han ganado el Concurso Nacional de Danza Hindú con un mix de coreografías de bollywood y kathak. ¡Todo de forma autodidacta! Ahora, por ejemplo, estaba practicando los alzados, buscando su equilibrio. Un grupo de La Paz les ha llamado para incorporarse y van a empezar a aprender sus coreografías a través de tutoriales. Se les veía ilusionados con el proyecto. Aunque su mayor sueño es “ir a la India y bailar en un teatro grande”, me cuentan. Acaba la clase y no paran de reír ensayando nuevos pasos. ¡Se nota que se lo pasan genial bailando!
Ximena también proviene de la misma escuela, aunque la dejó hace un tiempo. Ahora está creando un dúo con una amiga, que cree que se llamará Shakti, aunque todavía no lo tiene claro. Ximena fue la primera en llegar a clase y la única que me pidió apuntes, era muy curiosa y despierta. Me contó que, durante algunos meses, dejó la danza porque empezaba a verla como competencia, y que ahora está volviendo a disfrutarla y verle la gracia. Le gusta Bollywood y también la danza del cine Tamil. Para ella la danza india es muy especial “porque no es necesario decir palabras para expresar cosas, solo con el vestuario y con gestos la bailarina irradia sentimiento. Esta danza inspira, relaja, entras en otra dimensión. Es mi danza sin duda”. Hace unos días, Ximena me mandó un mail precioso agradeciéndome la clase y me contaba que ha decidido enseñar bollywood a personas con discapacidad y, quizás, iniciar una un estudio relacionado con esta danza. ¡No sabes la ilusión que me hizo tu mail Ximena, espero que te vayan genial tus proyectos! 🙂
En Cochabamba también conocí a Gaby Lana, directora de Rakhshanda Studio Dance Producciones y una enamorada del Kalbelia. Gaby me ayudó con la difusión de mi taller y me llevó a la escuela donde imparte clases para conocer a Britta, profesora también de danza árabe. Britta estudió en Argentina danza oriental y tuvo la posibilidad de aprender con Myrta Barbié danza clásica india. Me cuenta que es una enamorada de la danza clásica, aunque no opina lo mismo de Bollywood. “Para mí Bollywood es una danza muy bonita pero muy comercial. Detrás de ella no siento que haya una cultura milenaria que me habla como en kathak, por ejemplo”, me explica. Aun así, en su escuela tiene una profesora de Bollywood, Tereza, que no pude conocer porque estaba a punto de casarse, pero de quien todo el mundo me habló muy bien. ¡Espero conocerla en el próximo viaje!
Próximo destino: Oruro. Me voy de Cochabamba pensando que una de las mejores cosas de este viaje es tener la experiencia de enseñar a personas tan diferentes en lugares tan distintos. Después de este taller la respuesta es sí, aunque no tengan nada que ver, el camino de la salsa al Bollywood es más fácil de lo que creía!