Investigación: ¡la idea va tomando forma!

1Salí de Madrid con la idea de descubrir cómo se vive la danza bollywood en América Latina. Era mi manera de no separarme de la danza y, a la vez, de descubrir nuevos estilos, formas diferentes de coreografiar y de vivir la danza india. Tenía un montón de ideas en mi cabeza, pero nada definido. No sabía ni siquiera si encontraría lo que estaba buscando. Llegué a Uruguay e intenté contactar con bailarinas o profesoras de danza india para ver si conseguía definir un poco más qué tipo de estudio quería hacer, pero no tuve nada de éxito.

Sin embargo, las lecturas de Global Bollywood: Travels of Hindi Song and Dance y Is it all about hips? me animaron a seguir adelante e intentar indagar un poco más en Argentina, un país donde la danza Bollywood había calado bastante más.

En Rosario tuve mi primer contacto con una escuela y a partir de ahí todo se puso en marcha. Entrevistando a Georgina Ranzuglia surgieron un montón de preguntas. La consersación saltaba de tema en tema de forma natural y más que una entrevista fue un intercambio de experiencias.

En Buenos Aires contacté con varias profesoras de danzas indias y todas respondieron muy rápido a mi propuesta. La primera persona con quien quedé en la capital federal es con Manisha Chauhan. Nacida en Delhi, hacía 12 años que vivía en Buenos Aires y hablaba un perfecto español con acento argentino. Me contó que era fanática de la danza bollywood desde pequeña: «durante toda mi infancia, no conocí ningún otro juego que no fuera bailar«, me contó. Manisha es la única profesora india de danza bollywood en toda Argentina. Su estilo favorito es el folklórico, que tiene muy dentro ya que su familia, en todas las celebraciones y ocasiones especiales, lo bailaba. En sus clases, presta especial atención en mostrar no solo danza, sino también cultura india. Manisha organiza todos los años la celebración de Holi y Diwali. Es el Bollywood Fest, una fiesta donde todo el mundo puede bailar y disfrutar de la danza india. Y la primera que lo pasa en grande es ella misma. «Después de las actuaciones siempre bajo a bailar con la gente, ¡lo pasamos relindo! Siempre bailo con los alumnos y la gente que nos viene a ver, ¡soy una fanática del baile!, me cuenta entre risas.

Más tarde llegó Silvia Rissi, compañera de Manisha en Bollywood Fest y profesora de danza Kuchipudi. A Silvia la pasión por la danza le llegó de casualidad. Ella era diseñadora gráfica y un día vio bailar odissi en una película. «Lo vi y dije: yo quiero hacer eso!», me cuenta. Aprendió junto a Myrta Barvié y el camino no fue nada fácil, ya que ella nunca antes había bailado. A los 3 años de estudiar danza, Silvia viajó a la India a perfeccionar su técnica, y más tarde volvió dos veces más. Su profesor de odissi le puso como nombre Durga Ma, que significa fuerza de voluntad. Para ella, todo el mundo puede bailar con un poco de esfuerzo: «si yo lo logré, todo el mundo puede hacerlo!», exclama. Hoy es una de las únicas profesoras de danza clásica india que hay en Buenos Aires. Hace unos años, una alumna le prestó una película de Bollywood y «ya sabes que eso es un viaje solo de ida, una vez empiezas no puedes parar!», me explica entre risas. Ahora organiza con Manisha el Bollywood Fest y baila bollywood junto a ella. Ambas se ríen: «lo hacemos para divertirnos!»

Con Lakmé Indira quedé unos días más tarde. Muy sonriente y de charla tranquila, me contó que estudia antropología y le interesa mucho la cultura india. De hecho, ella es hindú, aunque todavía no ha podido viajar a la India ya que es madre. Lakmé Indira se formó en danza bollywood aunque no quiso decirme el nombre de su profesora: «Lamentablemente en Argentina hay mucha competitividad entre profesoras», me cuenta. Estudia Kathak con la maestra india Sumita Ria. Lakmé Indira es profesora de Bollywood y Kathak y dice que le encanta la teoría: «me gusta mucho explicar. Si tuviera que elegir entre bailar o enseñar, me quedaría con lo segundo», explica. Su sueño es fundar, algún día, su propia escuela.

La última persona a quien entrevisté en Buenos Aires fue Laksmi Devi. Empezó a bailar ballet de pequeña y desde hace años empezó a formarse en danza india. Me contó que fue la primera persona que enseñó danza bollywood en Argentina y también, como todas las profesoras a quien he entrevistado, me habló de la competitividad que hay entre escuelas y profesoras. Ella ha formado su propia escuela, donde ofrece clases teóricas y prácticas sobre cultura y danzas indias. Para Laksmi Devi, la parte espiritual de la danza es muy importante. Es hare Krishna y a raíz de ahí conoce bien a la comunidad india de Buenos Aires. Me cuenta que para ella la danza es algo muy serio que requiere mucha formación y esfuerzo.

Dejo la ciudad con un montón de info que revisar y muchas preguntas por hacer. ¡La investigación sigue en marcha!

Myrta Barvié, una argentina en Kalakshetra

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Conocí a Myrta Barvié gracias a Silvia Rissi, profesora y bailarina de Kuchipudi a quien entrevisté en Buenos Aires. Myrta fue su profesora de danza clásica india y la primera argentina que, a los 17 años, viajó a Tamil Nadu para aprender Bharatanatyam. En Argentina es la persona de referencia en cuanto a danza clásica india se refiere, pero, al llamarla, se mostró entusiasmada con mi proyecto y con la idea de hacerle una entrevista. Quedé con ella en su casa al día siguiente y me recibió con una gran sonrisa, una merienda preparada y muchas ganas de charlar.

Myrta me habló de sus primeros años, cuando aún era niña, como bailarina en el Teatro Colón. Su madre era orientalista y la cultura y la danza india le habían llamado la atención desde pequeña, pero «en aquel tiempo no había nadie en Argentina que pudiera enseñarme». Un día, cuando Myrta ya había debutado como solista de ballet con 17 años, la bailarina y coreógrafa india Srimati Rukmini Devi viajó a Buenos Aires para dar unas conferencias. Myrta pudo hablar con ella y la invitó a un espectáculo de ballet donde ella bailaba. Rukmini Devi quedó impresionada con su danza y su interés por la cultura india, así que le ofreció una beca para ir a estudiar a Kalakshetra, la escuela de danza bharatanatyam más importante del mundo.

Imagen 003Myrta pasó dos años estudiando Bharatanatyam en Kalakshetra. Era la única extranjera de la escuela, pero «siempre me trataton como a una más». Su entrenamiento duraba desde primera hora de la mañana hasta la noche. «Nuestros estudios comprendían varias materias: técnica de la danza, teoría, música, gestos de las manos, expresión de emociones, dibujo, historia del arte, mitología, religión, filosofía, sánscrito, entre otras». A los dos años, celebró su Arengetram o debut como bailarina de Bharatanatyam, y desde ese momento, su vida fue oscilando entre estancias en la India y otras en Argentina; espectáculos de ballet en teatros de medio mundo y representaciones de danzas clásicas indias: Bharatanatyam, Kuchipudi y Odissi en países como la India, Argentina o EE.UU.

Myrta me habló de las representaciones que recuerda con más cariño, como la que realizó delante del presidente de la India o las veces que ha bailado en Berckeley: «eran los años 70 y en aquella época había muchos hippies. La danza india estaba de moda. Tuve el teatro lleno». Para ella, «bailar es felicidad y también un camino espiritual hacia Dios». Por eso, en sus espectáculos se siente con la responsabilidad de presentar algo auténtico: «mis espectáculos son de clásico puro: en la coreografía, la música, el vestuario. Si hay algo auténtico que es tan bueno, ¿por que no hacerlo?

Myrta ha escrito el primer libro sobre danzas indias en español: India. Sus danzas clásicas, en el que cuenta, además de su experiencia como bailarina, los fundamentos técnicos, históricos y teóricos de las danzas clásicas de la India. Se ha publicado dos veces, y las dos se ha agotado. Ahora, acaba de escribir una novela histórica ambientada también en la india y es directora de la Compañía de Danzas Myrta Barvie, que realiza espectáculos es ocasiones como el Festival de la India que se celebra todos los años en Argentina.

Lo que más me gustó de Myrta, además de su generosidad y las ganas de compartir su experiencia, es lo mucho que me animó a seguir estudiando y bailando danza india. Me habló de las becas que da la Embajada en Argentina y me animó a viajar a la India a estudiar kathak. ¿A qué esperas? Me dijo. ¡Lo pensaré!

Una semana en Buenos Aires: danza, danza y más danza!

Clase en Elite DanzaLlegamos a Buenos Aires el 17 de febrero, hacía un día radiante y San Telmo desplegaba sus encantos en el mercadillo que cubre sus calles todos los domingos. ¡Me encanta esta ciudad! El lunes empezaba para mí una semana llena de actividades relacionadas con la danza y yo estaba emocionada, después de varias semanas de viaje sin pisar una escuela ya lo echaba de menos.

Buena parte de la semana la pasé en la escuela Elite Danza. Se trata de una academia situada en el barrio de Núñez, a unos 25 minutos en subte (metro) del centro de la ciudad. Es una zona residencial, muy tranquila, llena de casas bajas, jardines… La escuela ofrece estudios de danza clásica y un profesorado en danza jazz. Allí iba a dar por primera vez un taller de danza bollywood para las alumnas del profesorado y además iba a recibir las primeras clases de danza clásica de mi vida, ¡así que fue toda una experiencia!

El lunes me tocaba a mí dar el taller de Bollywood. La mayoría de las chicas que vinieron al taller tenían menos de 20 años y recibían clases todos los días: elongación, preparación física para bailarines, danza clásica, jazz… Algunas tenían muchas ganas de ver qué era Bollywood y la mayoría me contó que no estaban acostumbradas a bailar danzas donde las manos fueran tan importantes. Sin embargo, la parte de expresión no les daba ningún miedo y enseguida se aprendieron la coreografía, ¡unas esponjas!

El resto de la semana, me tocó a mí recibir clases: preparación para bailarines y danza clásica. Nunca antes había recibido clases de ballet y me llamaron la atención varias cosas durante mi estancia en la escuela: el ambiente de máxima concentración en clase a pesar de que las bailarinas fueran adolescentes; las clases tan estructuradas basadas en repeticiones de ejercicios técnicos, la denominación de cada uno de los pasos… pero lo que más me sorprendió fue que nadie conocía las danzas clásicas de la India. Varias personas me vieron ensayar kathak y me preguntaban: «¿qué es eso que bailas?» y la mayoría no habían oído hablar nunca de Bollywood. «Para bailar bollywood necesitarás una base de danza clásica, ¿no?», me decían, y cuando yo les contestaba que lo mejor es saber danza clásica india, no occidental, se quedaban paradas. Aún así, estoy contenta porque sé que Margarita, la directora del centro, va a buscar más información y va a incluir kathak en su Diccionario de Danza.

El resto de semana lo pasé recorriendo toda la ciudad para hacer mi investigación sobre cómo se vive la danza bollywood en varios países de América Latina. Durante estos días, pude entrevistar a la mayoría de profesoras de Bollywood de la ciudad, y otras profesoras de danza clásica india, entre ellas Myrta Barbié, la primera bailarina argentina que viajó a la India para aprender Bharatanatyam, Odissi y Kuchipudi. Me invitó a merendar a su casa y estuve charlando con ella durante toda una tarde. Me contó muchas anécdotas sobre su vida como bailarina de danza india en la época cuando casi ninguna persona no india estudiaba estos bailes y pude hacerme con su libro, el único sobre danza clásica escrito en castellano. ¡Fue tan interesante que su entrevista se merece un post entero!

Fue una semana llena de danza, ensayos, charlas y encuentros. ¡Relinda! 🙂

Clase en Elite Danza