Llegó el momento de decir adiós a América Latina, después de casi 12 meses recorriendo sus recovecos con la mochila a cuestas. Y la última parada del viaje era el país más desconocido para mí de todos los que he visitado: Panamá. Poco conocía de este lugar excepto su canal, y en él hemos tenido sorpresas de todo tipo: un increíble paseo en lancha de 5 horas a través de las islas rebosantes de palmeras de San Blas; Bocas del Toro y sus playas; el spanglish que se habla en la calle y el «skyline» lleno de rascacielos de Panamá City, donde nos sentimos más en Miami que en América Latina!
Aunque me costó mucho encontrar personas aficionadas al cine y la danza india aquí, preguntando en varias academias de danza oriental encontré la escuela Alondra Danza Árabe. Alondra es la única profesora de bollywood de todo Panamá y justo cuando la contacté estaba preparando la actuación de fin de curso de sus alumnas, así que pude ver uno de sus ensayos. Preparaban canciones muy variadas: desde bellywood, una fusión de pasos de danza árabe con música bollywood, hasta bhangra. Tras el ensayo, Alondra y yo fuimos a comer a uno de los dos restaurantes indios que hay en la ciudad y pudimos charlar sobre su trayectoria. Me contó que descubrió la danza bollywood cuando una chica la contactó para que animara su fiesta de quinceañera, que era de temática «hindú». En aquella época, nadie enseñaba danza india en Panamá, así que decidió viajar a la India para estudiar tanto Bollywood, en la escuela de Shiamak Davar, como Odissi.
Más tarde, Alondra y yo quedamos con Kereen, la administradora de la página de facebook Bollywood Panamá. Kereen es una apasionada del cine de la India, tanto que me dijo que desde hace tiempo ya no ve películas de Hollywood. Hablando con ella, descubres que es una auténtica enciclopedia de actores, películas, canciones… Desde hace un tiempo, decidió crear Bollywood Panamá para compartir información sobre películas de Bollywood y conocer más personas aficionadas a este cine en su ciudad, pero «todavía estoy solita en esto», me contó. ¡Si podéis seguid su página para apoyarla y hacerle ver que somos muchos los apasionados por el cine de la India!
Y en un abrir y cerrar de ojos… Llegó el momento de volver a Madrid. Han sido muchos meses en el camino, tiempo de aprendizajes, de compartir conocimientos, de conocer gente inspiradora, grupos que sin tener formadores consiguen salir adelante y alcanzar niveles increíbles, personas a quienes la danza india les ha cambiado la vida tanto como a mí. Quería decir a todas la personas que he conocido en este viaje, de Argentina, Paraguay, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Panamá: ¡muchas gracias por colaborar en mi proyecto!
Pero este blog no acaba aquí, ¡ni mucho menos! Tengo un libro por escribir y un viaje a la India a la vuelta de la esquina. ¡La aventura continúa!