Vivir en la India es una montaña rusa emocional

Lakshman Jhula, RishikeshHacía cuatro años que no visitaba la India y me moría de ganas de volver a oler esa mezcla de especias, pasear por sus calles coloridas y caóticas, visitar sus templos… Pero esta vez el viaje ha sido muy distinto, ya que el objetivo no era hacer turismo, sino aprender kathak en Rishikesh. Aunque solo sea por un mes, estoy experimentando cómo es vivir en una ciudad india teniendo una rutina y viviendo con una familia. Y de momento, la conclusión es esta: vivir aquí en una montaña rusa emocional.

Bulliciosa calle de RishikeshCada día, Laura y yo desayunamos preguntándonos: ¿qué pasará hoy? Y es que estando en la India cualquier cosa puede ocurrir. Llevamos más de tres semanas de viaje y todavía no hemos tenido ningún día sin sorpresas o sobresaltos. Los primeros días fueron geniales: descubrimos el increíble color turquesa del Ganges desde nuestro balcón, probamos todos los platos que encontramos por el camino y callejeamos por el bullicioso mercado alucinando con las preciosidades que venden. Conocimos a Jayeeta, nuestra profesora, y empezamos a aprender nuevas piezas con ella, ¡parecía que nada malo podía pasar!

MonosPero estábamos muy equivocadas. Nos esperaban sorpresas como: duchas con agua fría, cortes continuos de la luz, que ni en el hotel más lujoso del barrio funcione la WIFI, que nos visite una rata de noche (le pusimos hasta un nombre, Ruperta), que nos ataque un mono y nos robe unos dulces… Nos pusimos enfermas y estuvimos varios días pachuchas. Encargué unos trajes para mis compis de Mollywood y al cabo de una semana me dijeron que no los podían hacer, sin darme ninguna explicación. Preguntamos precios de cualquier cosa y muchas veces nos intentan timar. Se nos acercan personas, compartimos tiempo con ellas, parece que son legales, pero al final lo único que querían era venderte cosas. Y, lo peor de todo, aquí a partir de las 20, está mal visto que las mujeres salgan solas. Por no hablar de la miseria, el machismo y las desigualdades.

Laura y yo en el famoso puente de RishikeshMenos mal que el resto de la experiencia compensa los pequeños disgustos de cada día. Estamos aprendiendo un montón de composiciones nuevas de kathak y corrigiendo errores. Tenemos mucho tiempo para estudiar y ensayar. Nos reímos mucho con Jayeeta, nuestra maestra. He empezado a estudiar hindi e intento aprender frases nuevas cada día. Hemos comprado un montón de cosas bonitas y muy baratas. Disfrutamos cada día de la comida de Suraj, el cocinero de nuestra profesora, que nos prepara roti, dhal, biriyani, y un paneer increíble. No paramos de tomar chai (té) en todos los puestos de la calle y hace unos días de sol increíble.

En el cine, a punto de ver Jai Ho!Además, ¡Bollywood está en todas partes! Vayamos donde vayamos, en el mercado, en los bares, en las casas… suenan canciones de las películas indias, desde las más antiguas a los últimos hits. Casi cada día hay bodas y se oye bollywood en toda la ciudad, entre fuegos artificiales. El sábado pasado fuimos al cine y vimos Jai Ho!, la última película de Salman Khan. Nos encantó poder estar allí el día después del estreno y ver lo emocionada que estaba la gente: no pararon de chillar, silbar y reírse durante toda la película. Aunque Salman no sea mi actor favorito, me encantó poder vivir esta experiencia y ver la pasión de la gente por Bollywood en vivo!

IMG_20140117_103557Y después, están los pequeños gestos de la gente buena que hemos conocido. La sonrisa de Sita, el ama de llaves de la casa de Jayeeta, que baila a escondidas siempre que nos ve en clase. La ayuda de un chico punjabi en la estación de Delhi, que aunque no sabía inglés, corrió a buscar a sus amigos para que nos echaran una mano para encontrar nuestro tren. La gente que te ofrece su comida en los trenes. Cosas muy buenas, cosas muy malas, una montaña rusa. ¡IncredComida indiaible India!

Laura y yo en el tren

Mis primeras impresiones sobre Bollywood en Perú

festival_cuscoDesde que empezamos nuestro viaje en Argentina, todo el mundo nos comentaba lo mismo: “¡Esto no es como Perú, allí sí que hay pasión por bollywood! Nos habían dicho que en este país había un montón de grupos, asociaciones y escuelas dedicadas a la danza india. ¡Imaginaos las ganas que tenía de llegar aquí!

zarelaMi primera parada en Perú fue Cusco. Allí iba a vivir durante algo más de un mes, es mucho más de lo que nos hemos quedado en un sitio durante todo el viaje! Así que se me ocurrieron un montón de ideas. Como estábamos organizando un festival de bollywood para los peques de Tankarpata, pensamos que sería bonito que los grupos de danza india de Cusco pudieran participar, ya sea con sus propios bailes, o bien preparando algo en conjunto. Sin embargo, la búsqueda no fue tan fácil como pensaba. Intenté contactar con grupos de “danza hindú” pero las pocas personas que me respondían me decían que ya no bailaban danza de la india, sino K-Pop (pop coreano). ¡No sabéis la fiebre que hay aquí por esta danza!Como la búsqueda por internet no funcionó (solo contacté con una chica que bailaba y me dio plantón 🙁 ), imprimí carteles y los colgué por toda la ciudad. Intenté acercarme a la comunidad Hare Krishna para ver si ellos conocían gente que bailara. Ofrecí y di clases gratis en un centro de yoga. Solo Zarela Polo (en la foto), que baila desde hace 8 años, se ofreció a bailar una canción en nuestro festival 🙂 Empezamos los ensayos y se acercó gente, que después desapareció. ¡Esto no era como yo lo había imaginado!

A pesar de todo, la experiencia me valió para entender la situación de la danza en general, y de la danza india en particular en Perú. La mayoría de las personas que bailan con las que he hablado se queja de que aquí la danza no es vista como una disciplina profesional, que requiere formación, esfuerzo, profesores. Sí es verdad que la mayoría de la gente conoce las películas, los actores de bollywood y hay varios grupos que bailan las coreografías que ven en las películas. Incluso hay algunos cines y programas de TV donde ofrecen películas en hindi. Pero lo que casi no hay es escuelas y profesores dedicados a esta danza.

Después de estar varias semanas en Cusco, Rita Palacios, del grupo Show India Dance, me invitó a bailar en un Teletón Solidario de danza bollywood en Lima. Fui allí un fin de semana y conocí a varias personas que pertenecían a diferentes grupos de danza bollywood. Rita me invitó a un ensayo con su grupo y me ayudó un montón a difundir mi taller (desde aquí: ¡gracias Rita!) Me sorprendió la cantidad de grupos que participaban en el evento (empezó a las 14 y yo me fui a las 20:30 y todavía seguían bailando!). Allí comprobé que realmente era verdad lo que me decían: tanto los grupos como el público eran entusiastas de las películas y la danza bollywood, sobre todo de Shah Rukh Khan. Cada vez que un grupo bailaba una canción de este actor, ¡el público se volvía loco! ¡Me encanta! Aquí podéis ver bailando al grupo de Rita:

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=FhQpQU3LWxE&w=560&h=315]

Los grupos en general bailaban muy bien, pero me sorprendió que la mayoría hacía coreografías muy parecidas a las de las películas. Seiya Sey, uno de los administradores de la página Bollywood Perú, e integrante del grupo Bari Dil Se, me contó que en Lima se aprecia que las “presentaciones” de los grupos sean lo más parecidos posibles a las películas. ¡Y lo hacen realmente bien! Me gustó bastante la actuación de Bari Dil Se, aquí tenéis uno de sus vídeos:

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=VWwyCS4geSA&w=420&h=315]

taller pisacA mi vuelta a Cusco, me esperaban varias buenas noticias: ¡me habían salido varios talleres! El primero fue en Pisac, un pueblo muy cercano a Cusco, donde Lila Manjari acababa de abrir una escuela de danza y yoga. Sus hijas eran muy aficionadas a las películas de bollywood. Al taller fueron ellas y otras personas que nunca habían bailado, así que aprendimos algunos pasos básicos y una coreografía sencilla 🙂 La escuela estaba abierta a la calle y poco a poco, se fueron acercando vecinos que conocían las canciones que estábamos bailando y querían aprender a bailar. ¡Qué pena que ya era demasiado tarde! Pero me dio mucha alegría ver el cariño que la gente tiene por las canciones de la India, sobre todo las de SRK.

arequipaEl siguiente taller fue en Arequipa. Allí me habían contado que había varios grupos que bailaban “danza hindú” y, efectivamente, vi en Facebook que existían y eran bastante activos. Me recibió el grupo Devadasis Danza Hindú, compuesto por Diana y su hermana. Ellas, junto a su mamá, organizaron el taller y tuvimos la oportunidad de charlar un rato antes de la clase. Diana me contó que bailaba desde los 11 años (tenía 19), le brillaban los ojos cada vez que hablaba de sus danzas y estaba muy ilusionada con el taller. Le pregunté por qué la mayoría de grupos no hacen sus propias coreografías y me contó el motivo: “si tú admiras a Madhuri y quieres ser como ella, te esfuerzas en hacer su danza exactamente igual que ella, hasta el más mínimo detalle. Así bailas la danza auténtica de la india. La gente que cambia las coreografías, se cree que ya no son tan puros”, me explicó. ¡Gracias a ella entendí un poco más! 🙂 Al taller vinieron compañeros de Diana y personas que estudiaban ballet. No se acercó mucha gente, pero los que se acercaron estaban entusiasmados, el taller al final resultó ser muy divertido! Aquí podéis ver el vídeo de la coreografía que aprendimos, Naino Mein Sapna (perdón por la calidad, lo grabaron con móvil):

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vaneDe Arequipa viajé a Ica, para conocer a Jenny Arisha Martínez. Ella se enteró de que iba a dar talleres por Perú a raíz de mi actuación en Lima y me escribió para invitarme a su escuela. ¡Lo que no sabía es que me iba a pedir ser su madrina y que iba a inaugurarla con mi taller! ¡Nunca había sido madrina de una escuela! 🙂 Se llama “Shakti Bollywood” y allí dará clases de danza bollywood estilo clásico. En el taller estuvieron todas muy atentas y con muchas ganas de aprender. Me han prometido que me mandarán un vídeo pronto una vez la hayan aprendido y ensayado. ¡Estoy deseando verlo!

Ayer tomamos un tour que nos llevó a las Islas Ballestas (¡increíbles! A pesar de que nos levantamos a las 5 de la mañana jaja) y hoy iremos camino a Pisco. Me esperan más talleres en Huancayo y después Lima. Estoy deseando llegar para investigar, conocer más grupos, hacer más entrevistas… En Lima hay mucho movimiento y la experiencia promete. ¡Os iré contando todas las novedades!

Oruro: Bollywood también es para los autodidactas

44Oruro es una de las ciudades más pequeñas de Bolivia. Está muy cerca de la Paz y se encuentra a una altura de 3.700 metros, que hacen que el clima sea muy frío y el viento helado. Llegamos un domingo y las calles estaban casi desiertas: solo encontramos algunos locutorios abiertos, puestos de comida en la calle y una iglesia con altavoces irradiando la misa a todo volumen. No sabía que estaba en uno de los lugares donde existen más grupos de bollywood (o danza hindú, como se dice aquí) de toda Bolivia.

Me esperaba una tarde movida, ya que mi taller era de 16 a 20 h. Lo organizaba Miguel Arzabe, profesor de salsa y director de la escuela Open Dance. Miguel se encargó de contactar con todos los grupos de bollywood de la ciudad para invitarles al taller, y organizó todo con mucha profesionalidad. ¡Así da gusto trabajar! Además, me llevó junto a su chica a probar comida típica de Bolivia y los dos me contaron un montón de cosas sobre la historia y las leyendas de Oruro. ¡Majísimos!

27El taller fue muy divertido y participativo. Vinieron varios integrantes de dos grupos de danza bollywood de Oruro: Club Indi World y de Hamesha. Se notaba en el ambiente que todos los chicos y chicas bailaban bollywood desde hacía años, porque aprendían los pasos muy rápido y porque le ponían muchísimo entusiasmo a cada cosa que aprendían. Todo eran sonrisas, energía y aplausos. Además, era la primera vez que tenía en clase más chicos que chicas, ¡un momento histórico!

Después de aprender los diferentes estilos y coreografías en clase, pude hablar con los chicos de ambos grupos y me contaron sus historias. Lo que más me llamó la atención es que, a pesar de que todos llevaban bailando 4, 5 o 6 años, para la mayoría, era la primera clase de danza india a la que asistían. Y es que en Oruro no hay profesores de este estilo de baile. Así que estos chicos han tenido que aprender todo solos, a través de vídeos y, sobre todo, con mucho esfuerzo, horas de ensayo y muchas ganas! Si los veis bailar, nadie diría que nunca han recibido clases de danza!

40Indi World nació hace 6 años, gracias al empeño de su director, Antonio Luizaga y de otros 7 chicos y chicas a quienes les encantaba la alegría de la danza india. Descubrieron Bollywood por casualidad, a través de la película Kabhie Kuchi Kabhie Gham. Empezaron sacando pasos de vídeos y Internet les abrió todo un mundo al descubrir el trabajo de grupos que bailaban “danza hindú” en EE.UU., la India, España, etc. Su ideología es el amor por el ritmo hindú, y su sueño es transmitir al público su alegría, contagiarle su energía. En el grupo, cada integrante tiene sus gustos en cuanto a bailarines y ritmos favoritos (desde Telugu hasta danza clásica), e incluso hay un chico que me contó que creció viendo las películas de Shah Rukh Khan y que eso le ha marcado en su forma de expresarse, relacionarse, etc. Hablan de compañerismo y autosuperación y se ríen al recordar lo mucho que les costaba bailar cuando empezaron 🙂 

37Hamesha es el grupo que formó Esdra Lafuente junto a sus padres, hermanos y otros amigos. Esdra creció escuchando música bollywood. A los 7 años vio Mother India y desde entonces se enganchó al cine de la India. Intercambiaba películas con sus amigas en el recreo y bailaba a todas horas. Empezó a ensayar, pero a su padre no le gustaba que saliera y bailara hasta el día que la vio bailar, que se puso a llorar. De pequeña tuvo problemas familiares, y me cuenta que se solucionaron gracias a la alegría de la danza india. “Cuando en mi casa nos aburrimos, ponemos música y nos ponemos a bailar. Así liberamos tensiones, es terapéutico!”, me cuenta. A Esdra lo que más le interesa de Bollywood, más allá de la técnica, es el mensaje que trasmiten las películas indias, que trata de expresar en sus bailes.

IMG_0730Esdra da clases como voluntaria a personas mayores y con discapacidad, y asegura que la música india es la que más les ayuda a soltarse y expresarse. En Hamesha, comparte los ensayos en la tienda de productos de la India que abrieron sus padres junto a sus hermanos y a otros bailarines como Richard, que ha estudiado danzaterapia y le interesa la danza india como instrumento para trabajar las emociones. Tuve la oportunidad de visitar su tienda y conocer a sus padres y pude comprobar lo mucho que aman la danza y la música de la India. Se pasan el día escuchando, cantando y bailando canciones bollywood. Bailan y hacen coreografías juntos. Y, lo mejor, me trataron como a una más de la familia.

Me voy de clase feliz por haber conocido tantas personas apasionadas por la danza india como yo, y pensando en el valor que tienen las personas autodidactas, que, gracias a las ganas que le ponen logran aprender solas con mucho esfuerzo y entusiasmo. Sinceramente, yo no sé si hubiera podido hacerlo. Vi los bailes de ambos grupos y me encantaron, y me hicieron pensar en los muchos bailarines y coreógrafos del cine de Mumbai que empezaron a bailar de forma autodidacta. ¡¡Bollywood también es para ellos!!

Talleres en Cochabamba: de la salsa… ¿a bollywood?

cartel cochabambaEl taller de Cochabamba era el primero que me habían confirmado en Bolivia. Fernando Mirko, director de la escuela de salsa Abakúa, me invitó sin pensárselo a dar una clase en su espacio y, además, contactó con amigos de otras ciudades para organizarme toda una gira a través del país. Fernando es un apasionado de la salsa y se le iluminan los ojos cuando me habla de sus clases. No es de extrañar que, en el taller que organizó en su escuela, la mitad de los alumnos nunca habían bailado bollywood, ni danza clásica india, ni danza árabe, ni ballet, sino ¡salsa! ¿Es posible pasar de la salsa… a Bollywood?

La otra mitad de la clase estaba formada por personas que ya bailaban “danza hindú” desde hacía años y le echaron mucha energía, entusiasmo y buen rollo a la coreografía. Eso contagió a la mayoría del grupo y al final el taller fue de lo más divertido. Hicimos una coreografía en la que se enfrentaban chicos contra chicas y quedó genial, desde aquí felicito a los chic@s porque era la primera vez que veía la coreografía en pareja y quedó muy bonita! La mayoría de gente de salsa salió muy contenta.

Después de clase, pude charlar un rato con Eugenia y Maín. Eugenia me habló con mucha ilusión de la primera película hindi que vio, Kabhie Kukshi kabhie Gham, donde se enamoró de Shah Rukh. Ambos empezaron bailando danza india en una escuela, pero salieron para poder crear su propio grupo. Este año, han ganado el Concurso Nacional de Danza Hindú con un mix de coreografías de bollywood y kathak. ¡Todo de forma autodidacta! Ahora, por ejemplo, estaba practicando los alzados, buscando su equilibrio. Un grupo de La Paz les ha llamado para incorporarse y van a empezar a aprender sus coreografías a través de tutoriales. Se les veía ilusionados con el proyecto. Aunque su mayor sueño es “ir a la India y bailar en un teatro grande”, me cuentan. Acaba la clase y no paran de reír ensayando nuevos pasos. ¡Se nota que se lo pasan genial bailando!

Ximena también proviene de la misma escuela, aunque la dejó hace un tiempo. Ahora está creando un dúo con una amiga, que cree que se llamará Shakti, aunque todavía no lo tiene claro. Ximena fue la primera en llegar a clase y la única que me pidió apuntes, era muy curiosa y despierta. Me contó que, durante algunos meses, dejó la danza porque empezaba a verla como competencia, y que ahora está volviendo a disfrutarla y verle la gracia. Le gusta Bollywood y también la danza del cine Tamil. Para ella la danza india es muy especial “porque no es necesario decir palabras para expresar cosas, solo con el vestuario y con gestos la bailarina irradia sentimiento. Esta danza inspira, relaja, entras en otra dimensión. Es mi danza sin duda”. Hace unos días, Ximena me mandó un mail precioso agradeciéndome la clase y me contaba que ha decidido enseñar bollywood a personas con discapacidad y, quizás, iniciar una un estudio relacionado con esta danza. ¡No sabes la ilusión que me hizo tu mail Ximena, espero que te vayan genial tus proyectos! 🙂

En Cochabamba también conocí a Gaby Lana, directora de Rakhshanda Studio Dance Producciones y una enamorada del Kalbelia. Gaby me ayudó con la difusión de mi taller y me llevó a la escuela donde imparte clases para conocer a Britta, profesora también de danza árabe. Britta estudió en Argentina danza oriental y tuvo la posibilidad de aprender con Myrta Barbié danza clásica india. Me cuenta que es una enamorada de la danza clásica, aunque no opina lo mismo de Bollywood. “Para mí Bollywood es una danza muy bonita pero muy comercial. Detrás de ella no siento que haya una cultura milenaria que me habla como en kathak, por ejemplo”, me explica. Aun así, en su escuela tiene una profesora de Bollywood, Tereza, que no pude conocer porque estaba a punto de casarse, pero de quien todo el mundo me habló muy bien. ¡Espero conocerla en el próximo viaje!

Próximo destino: Oruro. Me voy de Cochabamba pensando que una de las mejores cosas de este viaje es tener la experiencia de enseñar a personas tan diferentes en lugares tan distintos. Después de este taller la respuesta es sí, aunque no tengan nada que ver, el camino de la salsa al Bollywood es más fácil de lo que creía!

Bollywood entre Chile y Perú: entrevista a Zaida Castro

ZaidaMe encontré con Zaida en plena Plaza de Armas, el centro neurálgico de Santiago, una mañana de lunes. Me recibió sonriendo y lo primero que me contó es que ella es peruana, a pesar de llevar varios años viviendo en Chile. Quedé con ella para entrevistarla para mi investigación. Su historia me pareció muy interesante: ¿Cómo una profesora de Bollywood de Lima, uno de los lugares donde hay más fervor por la danza india en América Latina, adapta sus clases al público chileno? ¿En qué se diferencian los grupos de Bollywood de estos dos países? Tenía miles de preguntas que hacerle y al final estuvimos dos horas y media charlando. ¡La mañana paso volando!

Zaida me contó que, entre 2006 y 2009, Perú vivió un boom enorme del cine Bollywood. En Lima había varios cines que proyectaban pelis de la India y todo el mundo empezó a conocer los actores, las canciones, etc. «A mi mamá le gustaban mucho las películas de la India. Un día vio una publicidad que anunciaba una clase de danza Bollywood y se apuntó. Pero cuando vio que era para jóvenes, me pidió que fuera yo. Así descubrí la danza india», me explica.

Esas primeras clases de Bollywood en Lima eran muy peculiares. «Si la clase duraba 4 horas, las dos primeras estábamos solo los alumnos con una TV y el vídeo de la canción una película. Teníamos que verlo muchas veces y fijarnos muy bien en los pasos. Después venía la profesora y nos enseñaba la misma coreografía que habíamos visto», afirma. Al cabo de unos meses, la profesora de Zaida tuvo que dejar las clases y ella tomó su lugar. Con sus compañeros y compañeras de clase formó un grupo: Temptations Bollydance, con el que bailaba en el parque principal de Lima, ante un público entusiasmado. Pero su formación y su carrera cambiaron cuando conoció a Suka Deva, quien organizaba un musical en un templo Hare Krishna donde se iban a representar episodios del Ramayana y que incluída danza Bollywood. «Con Suka Deva aprendí técnica de Bollywood y algo de Bharatanatyam». Durante años, Zaida aprendió de Suka sobre estas dos disciplinas.

Cuando al cabo de unos años, Zaida se trasladó a Chile con su familia, pensaba que no iba a bailar más Bollywood. «Busqué escuelas donde yo pudiera aprender pero no encontré. Así que empecé a estudiar Bharatanatyam, danza árabe, Ballet, etc.» Sin embargo, en el 2010, participó en un evento solidario relacionado con el yoga en favor de las víctimas del terremoto que asoló Chile. Allí le surgió la oportunidad de dar clases regulares y así lo hizo. Más tarde, la Embajada de la India en Chile contactó con Zaida para invitarla a participar en un evento de Bhangra y allí aprendió esta danza folklórica. Desde entonces, no ha dejado de colaborar con la Embajada en diferentes actos oficiales y para la pequeña comunidad india que vive en Chile.

«Perú tiene una cultura muy parecida a la de la India. Los peruanos se sienten identificados con aspectos como la familia, que es muy importante tanto en la India como en Perú. Shahrukh Khan para las chilenas es demasiado cursi, en cambio para las peruanas es el chico ideal», me cuenta. El público y el alumnado en ambos países también son diferentes: «en Perú conocen los actores y las películas; en cambio en Chile in teresa más que nada el baile y la cultura india. Además, en Perú es normal que los chicos bailen, mientras que en Chile es muy complicado!», afirma.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=rUYzkDeqs7g]

El estilo de Bollywood favorito de Zaida es el clásico y su sueño es aprender Kathak. «Me gustan los giros, el zapateado, y que es un baile muy femenino», me dice. Además, Zaida admira mucho a Madhuri Dixit, actriz y bailarina de Kathak. Aun así, adapta sus clases a los gustos de sus alumnas. Por ejemplo, da clases a niñas de origen indio que viven en Santiago y ve que sus gustos han cambiado: «No les gustan los cholis y prefieren bailar canciones más modernas como Desi Boyz o Chikni Chameli», dice.

Como en Chile mucha gente no sabe qué es Bollywood y lo confunde con la danza árabe, Zaida organizó en 2012 un festival de danza india en Santiago, donde reunió a las diferentes bailarinas de danza india de la provincia. Fue todo un éxito y el público se quedó sin entradas.

Ahora, el sueño de Zaida es recibirse pronto (es decir, terminar la universidad) para poder viajar a la India a estudiar kathak. Y, quién sabe, quizás poder llegar a Bollywood y actuar y bailar en películas. «Ojalá!!», exclama.

En este vídeo podéis ver a Zaida bailando en las Galas de Talento Chileno 2012.