Hace poco me volvió a ocurrir. Hacía más de un mes que había cerrado unos talleres y se suponía que la persona que los organizaba conmigo los estaba difuniendo. Incluso me comentó que iba a invitar a profesoras de otras danzas para hacer una pequeña muestra después de clase y así poder intercambiar experiencias. Me pidió un taller muy específico y me pasé casi una semana estudiando para prepararlo. Pospuse otras actividades que me habían surgido por este proyecto. Pero cuando la fecha de los talleres se acercaba, la persona que se suponía que colaboraba conmigo desapareció. No respondía ni por mail ni en Facebook. Dos días antes de la fecha, recibí un mensaje en el que me contaba que se cancelaban.
Si os movéis en el mundo de la danza, seguro que esta situación os será familiar. Por desgracia, los plantones, cancelaciones, retrasos de última hora, cambios imprevistos, etc. se dan a menudo en espectáculos, animaciones y talleres, o al menos, esa es mi experiencia. ¿Cuál es la mejor manera de afrontarlos?
Creo que es importante estar preparada para estos imprevistos y ser consciente de que pueden ocurrir. Al trabajar con personas que no conocemos, nos arriesgamos a que ocurran situaciones similares y lo mejor es tomárselo con paciencia y buen humor. A mí me sirve y me anima pensar en todas las personas increíbles con las que he colaborado, que, al fin y al cabo, son la mayoría. Así que, aunque ahora esté más atenta, sigo pensando que confiar en la profesionalidad de la otra persona, ofrecer tu ayuda, mantener un diálogo fluído con ella y ser muy clara es fundamental.
Aun así, si hemos hecho todo esto y nuestro colaborador o colaboradores nos fallan, lo que mejor funciona, según mi experiencia, es:
- No justifiques: Ser artista no significa no cumplir con lo que uno se ha comprometido. Al menos, no para mí, así que, si me ocurre algo parecido, tengo que hacérselo saber a la persona que me ha fallado.
- No dramatices: Cancelar un taller no es el fin del mundo! ¡Tómatelo con calma!
- Date un tiempo: Cuando alguien nos falla, la decepción es tan grande que podemos decir cosas que no queremos. Intenta comprender cuáles son los motivos que han llevado a esa persona a comportarse así. Deja pasar un rato, piensa en qué quieres decir y hazlo de forma profesional y educada.
- Haz valer tu trabajo: Deja muy claro lo mucho que has trabajado, el tiempo que te ha llevado, si has preparado apuntes, coreografías, si has dicho que no a otras oportunidades, etc. Que sepan que has sido comprometid@ y profesional.
- Evita futuros plantones: Pide a esa persona que, la próxima vez, con otros colaboradores, avise con más tiempo, mantenga una comunicación más fluída, etc.
- Tómatelo con optimismo: No dejes que te afecte, porque tú sí has cumplido y has sido profesional.
- Saca conclusiones: No vuelvas a colaborar con esa persona e intenta, para la próxima vez, elegir bien a las personas con las que trabajas. No hay nada como colaborar con gente maja y de la que te puedes fiar 🙂
- ¡Recuerda que el trabajo no es en vano! Siempre puedes utilizar el material que has preparado en futuros talleres o actuaciones, ¡seguro que habrá un montón de oportunidades para hacerlo!
Si se os ocurren más consejos, soy toda oídos 🙂